lunes, 17 de diciembre de 2012

UN REPORTAJE SINGULAR PARA CONMEMORAR EL 25 ANIVERSARIO DEL CENEAM


Fotografías ofrecidas por Alfonso Ceballos Escalera, marqués de La Floresta.

Hacia el año 1905 un grupo de jinetes parte de La Granja con sus cabalgaduras. Su destino está al otro lado de la Sierra: el pueblo de Cercedilla. Quiso la casualidad que uno de los integrantes del grupo llevara su cámara fotográfica y no dudó en documentar, a través de 21 vistas estereoscópicas, la singladura. Y las conservó. Y luego llegó el olvido.

Dentro de las actividades de “arqueologiadeimagenes” abordé el inventario de la colección de Alfonso Ceballos-Escalera, con el que ya había colaborado cuando se recuperó el archivo del fotógrafo segoviano Tirso Unturbe. Aparecieron unas vistas estereoscópicas de La Granja, en las que apenas reparé al ser negativos y no poder observarlas en el momento.

Una vez digitalizadas y vistas en su conjunto aparecieron las asociaciones; tres visitas a La Granja en distintos años, una de ellas para realizar un viaje a caballo. Incluso una pista escrita en el sobre de un negativo: 1900.

Lo que nos muestra el reportaje es la imagen de uno de los usos que históricamente ha tenido el pinar de Valsaín: el recreativo. Todas las Guías publicadas sobre el municipio aconsejaban al lector y posible visitante distintas rutas por las cercanías del Real Sitio, para admirar sus paisajes y el entorno natural. Aparecen descritas excursiones a la Cueva del Monje, Boca del Asno, Siete Picos o Peñalara.

Estas 21 fotografías nos muestran el itinerario con increíble exactitud. Su salida de La Granja, el Vado de la Reina, Valsaín, puente de Navalacarreta, el camino de las Pesquerías Reales, la Boca del Asno, donde consumen un almuerzo campestre, la subida al puerto de Navacerrada y la llegada a Cercedilla.

El Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM), de Valsaín, vio en este reportaje una forma de celebrar el 25 Aniversario de su fundación y decidió acometer los trabajos de recuperación y difusión del mismo. Una forma de recordar y homenajear a este espacio y de difundir nuestro patrimonio cultural a la vez que se gesta la declaración del Parque Nacional.

Desde aquí agradecer sinceramente la colaboración de Alfonso Ceballos-Escalera.




Interior de la Gruta de los Catalanes. Jardines de La Granja. Hacia 1900-1905. Autor desconocido.

La Gruta de los Catalanes fue construida en 1885 por artífices del Principado con parte de materiales procedentes de Cataluña, Segovia y el Monasterio de Piedra. De este último son las estalactitas y estalagmitas que se admiran en el interior de la gruta. Dos escaleras rústicas de piedra, interior una y exterior la otra, conducen a la meseta. La obra fue dirigida por el famoso jardinero D. Ramón Oliva y por el maestro de obras catalán D. Jacinto Sancho.” (Nueva Guía de La Granja, F.O. y V., Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, pág. 108 -109).
En esta extraordinaria vista el fotógrafo logra un equilibrio inusual entre la luz del interior y el fondo iluminado, demostrando una gran destreza en la técnica fotográfica.



Jinetes y “blases” en el pinar de Valsaín. Hacia 1900-1905. Autor desconocido.

“Las excursiones a caballo se hacen en los llamados “blases” (nombre que tiene su origen de un alquilador llamado Blas). Son caballos de poca alzada, pero muy resistentes y acostumbrados a marchar por las sendas más escabrosas. El precio del alquiler varía entre 3 y 8 pesetas, según la importancia de la excursión. Las más caras son las del Paular y Siete Picos. Los mismos alquiladores pueden servir de guías.” (Nueva Guía de La Granja, F.O. y V., Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, pág. 131)



Despedida de los jinetes en La Granja. Hacia 1905. Autor desconocido.

Tras pernoctar en el llamado Parador de Heras, y con la casa de Infantes como telón de fondo, el grupo de excursionistas parte hacia su destino: Cercedilla. El reportaje fotográfico conservado, realizado en placa estereoscópica, es una extraordinaria muestra del uso recreativo del pinar en los primeros años del siglo XX.



Vista de Valsaín. Hacia 1905. Autor desconocido.

Los núcleos de Valsaín y La Pradera, enclavados a tres kilómetros de La Granja, son paso obligado de los jinetes en su ruta. De esta vista, realizada desde la subida a la Cruz de la Gallega, destacan la hoy desaparecida iglesia y la llamativa línea de cumbres.



Puente de Navalacarreta. Hacia 1905. Autor desconocido.

Entre los parajes de Los Asientos y La Boca del Asno, se encuentra el puente de Navalacarreta. Llama la atención el buen estado de conservación, tanto del puente como del camino que corre paralelo al río Valsaín, llamado las Pesquerías Reales.



La Boca del Asno. Hacia 1905. Autor desconocido.

Uno de los jinetes posa en el puente de la Boca del Asno, bello enclave del pinar que marca el inicio de la subida al puerto de Navacerrada. El río Valsaín se encajona entre moles de granito creando sonoros saltos de agua.



Almuerzo en la Boca del Asno. Hacia 1905. Autor desconocido.

La Boca del Asno, situada a siete kilómetros de La Granja, ha sido tradicionalmente un paraje de esparcimiento de los visitantes de la zona. Desde los primeros años del siglo XX existió un café-bar regentado por Domingo Sanz Yubero, que lo atendía durante los meses estivales. Antes, los excursionistas debían llevar lo necesario para sus almuerzos.



El Ventorrillo, cercanías de Cercedilla. Hacia 1905. Autor desconocido.

Casi al final del camino, ya en la vertiente madrileña, los jinetes pasan por el lugar denominado el Ventorrillo, en cuyas inmediaciones se construyó el famoso Chalet del Club Alpino Español.

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