lunes, 10 de abril de 2023

ANTONIO MACHADO EN LA REVISTA AYUDA

Ayuda. Semanario de la solidaridad fue una publicación editada por la Sección Española del Socorro Rojo Internacional, organización vinculada a la Internacional Comunista, que compaginaba la actividad humanitaria con la propaganda política. Comenzó a editarse en febrero de 1936, meses antes del inicio de la Guerra Civil española, con una periodicidad en inicio quincenal, pero que pronto pasó a ser semanal.

Contó con importantes colaboradores -Miguel Hernández, Rafael Alberti, Mª Teresa León y un largo etcétera- y tenía una importante presencia femenina, tanto en sus redactoras, como en los temas que abordaba.

En el nº 50, del 11 de julio de 1937 aparece una doble página compartida por dos intelectuales comprometidos con la República, el poeta Antonio Machado y el premio Nobel Jacinto Benavente.

Transcribimos sus palabras:


ANTONIO MACHADO Y JACINTO BENAVENTE AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA

"Por encima, por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia universal de los trabajadores".

(A. Machado)


MEDITACIÓN DEL DÍA

A mis amigos del S.R.I.


Frente a la palma de fuego

que deja el sol que se va,

en la tarde silenciosa

y en este jardín de paz,

mientras Valencia florida

se bebe el Guadalaviar.

-Valencia de finas torres,

en el lírico cielo de Ausías March,

trocando su río en rosas

antes que llegue a la mar-,

pienso en la guerra. La guerra

viene como un huracán

por los páramos del alto Duero,

por las llanuras de pan llevar,

desde la fértil Extremadura

a estos jardines de limonar,

desde los grises cielos astures

a las marismas de luz y sal.

Pienso en España vendida toda

de río a río, de monte a monte, de mar a mar.


Toda vendida a la codicia extranjera: el suelo, el cielo y el subsuelo. Vendida toda por lo que pudiéramos llamar -perdonadme lo paradójico de la expresión- la trágica frivolidad de los reaccionarios.

Y es que, en verdad, el precio de las grandes traiciones suele ser insignificante en proporción a cuanto se arriesga para realizarlas, y a los terribles males que siguen de ellas, y sus motivos no son menos insignificantes y mezquinos, aunque siempre turbios e inconfesables.

Si preguntáis: Aparte de los treinta dineros, ¿porqué vendió Judas al Cristo?, os veríais en grave aprieto para responderos.

Yo he leído los cuatro Evangelios canónicos para hallar una respuesta categórica a este asunto. No la he encontrado. Pero la hipótesis más plausible sería esta: Entre los doce apóstoles que acompañaban a Jesús, era Judas el único mentecato. En el análisis psicológico de las grandes traiciones encontraréis siempre la trágica mentecatez del Iscariote. Si preguntáis ahora ¿porqué esos militares rebeldes volvieron contra el pueblo las mismas armas que el pueblo había puesto en sus manos para la defensa de la nación? ¿Porqué no contentos con esto, abrieron las fronteras y puertos de España a los anhelos imperialistas de las potencias extranjeras? Yo os contestaría : en primer lugar, por los treinta dineros de Judas, quiero decir por las míseras ventajas que obtendrían ellos, los pobres traidores a España, en el caso de una plena victoria de las armas de Italia y Alemania en nuestro suelo. En segundo lugar, por la rencorosa frivolidad, no menos judaica, que no mide nunca la consecuencia de sus actos. Ellos se rebelaron contra un Gobierno de hombres honrados, atentos a las aspiraciones más justas del pueblo, cuya voluntad legítimamente representaban. ¿Cuál era el gran delito de este Gobierno lleno de respeto, de mesura y de tolerancia? Gobernar en un sentido de porvenir, que es el sentido esencial de la historia. Para derribar a este Gobierno, que ni había atropellado ningún derecho ni olvidado ninguno de sus deberes, decidieron vender a España entera a la reacción europea. Por fortuna la venta se ha realizado en falso, como siempre que el vendedor no dispone de la mercancía que ofrece. Porque a España, hoy como ayer, la defiende el pueblo, es el pueblo mismo, algo muy difícil de enajenar. Porque por encima y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia universal de los trabajadores.

¡Viva España! ¡Viva el pueblo! ¡Viva el Socorro Rojo Internacional! ¡Viva la República española!

ANTONIO MACHADO


domingo, 19 de febrero de 2023

EL CONGRESO DE LAS JSU Y ANTONIO MACHADO (1/3)

El 15 de enero de 1937 se inaugura el I Congreso de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), conocido como el congreso de la unificación, al fusionarse en una sola organización las juventudes socialistas y las comunistas. 

El Congreso se celebra en el salón de plenos del Ayuntamiento de Valencia y a la sesión inaugural acuden personalidades políticas que presiden el acto. El poeta Antonio Machado también asiste al acto. Es el invitado de honor del Congreso de los jóvenes y ha sido invitado expresamente por ellos, por lo que el poeta les ha respondido con unas palabras de apoyo aparecidas días antes en la revista Ahora, órgano de propaganda de las JSU desde el 1 de enero de 1937.

En su respuesta, Machado dice a los jóvenes:

"Yo no soy un verdadero socialista y, además, no soy joven; pero, sin embargo, el socialismo es la gran esperanza humana ineludible en nuestros días y que toda superación del socialismo lleva implícita su previa realización."

La presidencia del Congreso en la sesión inaugural. Los congresistas cantan "Joven guardia" puño en alto. Salón de plenos del Ayuntamiento de Valencia, 15 de enero de 1937. Fotografía de Luis Vidal. CDMH.


En la fotografía se reconocen, de izquierda a derecha: José Díaz, dirigente comunista; Dolores Ibárruri, dirigente comunista; Jesús Hernández, ministro comunista de Instrucción pública; el poeta Antonio Machado; Cano Coloma, alcalde de Valencia. En la fila inferior, en el centro, Santiago Carrillo, secretario general de las JSU.

El Congreso tuvo una importante repercusión en prensa y la fotografía de Luis Vidal aparece tanto en la revista Ahora del 19 de enero como en Crónica, esta vez como portada.

El propio Machado aparece en algunas fotografías más, tanto en prensa como en originales:



Revista Ahora, 18 y 19 de enero de 1937. Congreso de las JSU.

Revista Crónica, 24 de enero de 1937. Congreso de las JSU.

Un aspecto de la presidencia durante la intervención de José Díaz. Machado aparece junto a Julio Álvarez del Vayo. Salón de plenos del Ayuntamiento de Valencia, 15 de enero de 1937. Fotografía de Luis Vidal. CDMH.

miércoles, 15 de febrero de 2023

ANTONIO MACHADO Y LA SERENDIPIA

Serendipia: Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.

El caso de serendipia que nos ocupa es la localización de una fotografía depositada en el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) en Salamanca. En el transcurso de una investigación de Arqueología de Imágenes apareció una valiosa, y desconocida, fotografía del poeta Antonio Machado.

Se trata de la siguiente fotografía:




En ella aparecen, de derecha a izquierda: José Luis, reportero de la revista Fragua Social; el poeta Antonio Machado; su madre, Ana Ruiz; su cuñada, Matea Monedero; una de sus sobrinas, posiblemente María, y su hermano José.

Están apoyados en la balaustrada del chalet Villa Amparo, en Rocafort, que acogerá a Machado y a su familia hasta su traslado a Barcelona. Son los días anteriores al 19 de diciembre de 1936, fecha en la que aparece una entrevista al poeta en la revista Fragua Social.

La aparición de la fotografía también permite desvelar el autor de la misma. Se trata de Finezas (Joaquín Sanchis Serrano), fotógrafo valenciano que trabajó para la CNT y registró la vida de la retaguardia republicana. Suyas son las fotografías aparecidas en distintos diarios y revistas de la visita del reportero. Su obra se puede consultar online (bivaldi.gva.es).


Extractamos una pequeña parte de la entrevista:

"- Y respecto a nosotros, respecto a nuestra revolución, ¿qué criterio cree que habrá de imponerse?

- Ninguno concreto... Estamos en momento en que es absolutamente precisa la más estrecha compenetración de todas las organizaciones y partidos, puesto que todas nuestras energías deben de concentrarse en un fin único: aplastar al fascismo. Después, cuando este caro ideal se haya logrado, todos y cada cual deberán ceder un tanto de sus postulados y doctrinas, para llegar a la perfecta armonía que se requiere para estructurar sin grandes vicios de origen la nueva sociedad."

FRAGUA  SOCIAL

Artículo de Fragua Social, sábado 19 de diciembre de 1936.

jueves, 2 de febrero de 2023

CRUCE DE CARTAS ENTRE ENRIQUE LÍSTER Y ANTONIO MACHADO

Quizás consciente de la arriesgada apuesta del Ebro, Enrique Líster, jefe del 5º Cuerpo de Ejército, manda una carta al poeta Antonio Machado. La lucha del ejército del pueblo es por la cultura y la encarna en Machado, ejemplo de artista leal.

Por su parte, la respuesta del emocionado poeta, señala a los soldados del pueblo como ejemplo mundial en la lucha contra el fascismo.

Ambas cartas aparecieron en el nº 2 del boletín-revista Acero del 5º Cuerpo de Ejército, publicado el 16 de junio de 1938.

El 25 de julio Líster y su ejército cruzan el Ebro.

Enrique Líster consulta su reloj el inicio de la ofensiva hacia Teruel, diciembre de 1937. Walter Reuter.


 Acero. 5º Cuerpo de Ejército, nº 2, 16-VI-1938


EL 5º CUERPO A D. ANTONIO MACHADO

En campaña, mayo de 1938.

A don Antonio Machado.

Barcelona.

Querido don Antonio: Desde las trincheras donde se defiende la libertad y la independencia de nuestra patria, con emoción saludo en usted, en nombre de los combatientes del 5º Cuerpo de Ejército al más digno representante de los poetas, de los artistas que están al lado de España y de su pueblo.

Nosotros, obreros y campesinos ayer, combatientes hoy, estamos orgullosos de que nuestro esfuerzo, de que nuestro ardor combativo, de que la sangre derramada en el frente, encuentre un eco encendido en usted, en sus escritos, en sus poemas, en sus poesías... En don Antonio Machado, honra y orgullo de la poesía española, leal a su patria, fiel a su pueblo, encontramos un estímulo que nos alienta a luchar con más coraje aún.

Sabemos que con el empuje de nuestros fusiles defendemos el porvenir del arte, de la cultura, de la poesía, frente a la agresión de los nuevos bárbaros. Que nuestras bayonetas guardan el grandioso tesoro artístico y cultural de nuestro pueblo. Tesoro que contiene la obra de tantos artistas gloriosos y del cual es usted hoy uno de sus más firmes mantenedores, con el caudal de su labor magnífica. Sabemos con qué profundo dolor ve usted a nuestra patria invadida por el fascismo italogermano, por los enemigos de la cultura, que asesinan a García Lorca, que incendian bibliotecas y museos y que destruyen monumentos artísticos...

¡Pero nuestras bayonetas sabrán vengar estos crímenes! Con nuestro empuje combativo arrojaremos de nuestra patria, en un plazo no muy lejano, a los invasores extranjeros, y levantaremos una nueva España, donde los artistas puedan crear libremente, donde la cultura y el arte vivan con el aliento de todo nuestro pueblo.

Nuestras bayonetas, cumpliendo la consigna de nuestro gobierno: "Resistir para atacar", sabrán alcanzar la victoria final.

Y con ella que usted y con usted los artistas, los poetas, los sabios de nuestra patria, sientan la alegría de vivir y crear.

Le saluda cordialmente,

Enrique Líster 




El poeta Antonio Machado en Rocafort, 1937.

 

D. ANTONIO MACHADO AL 5º CUERPO

A los soldados del 5º Cuerpo de Ejército:

Con la más sincera emoción, camaradas, os envío un saludo a esas trincheras, cavadas en el suelo de nuestra patria, donde defendéis la integridad de nuestro territorio y el derecho de nuestro pueblo a disponer de su futuro.

Ayer obreros de la ciudad y de los campos, consagrados a las santas faenas de la paz y de la cultura, hoy soldados todos, cuando esta paz y esta cultura peligran, todos alistados bajo las banderas de la libertad y de la justicia social, sois, por trabajadores y por guerreros, en vuestra doble calidad de obreros y de soldados, creadores, constructores y sostenes de la civilización, al par que ardientes y abnegados defensores de ella; sois, digo, los españoles integrales de nuestros días y la primera categoría de españoles. Sois algo más (y perdonad si hiero vuestra modestia con elogios desusados), sois mucho más, porque no es sólo España quien ha de agradecer a vuestro esfuerzo su continuación en la Historia; el mundo entero, que hoy os contempla, espera de vosotros una experiencia victoriosa y alentadora; sois la mejor esperanza de todos los trabajadores del mundo y de todos los hombres honrados que pueblan nuestro planeta. Defendiendo a España, traicionada y vendida, combatís al fascio, esa ola de cinismo que amenaza anegarlo todo al poner la fuerza de las armas al servicio de los privilegios injustos acumulados por la Historia; la propiedad desmedida y el derecho a la holganza. Para vosotros, amigos queridos, la fuerza de las armas sirve para amparar el trabajo creador y fecundo, para defender el derecho, para imponer la justicia entre los hombres.

Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas del 5º Cuerpo de nuestro gran Ejército de la victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.

Antonio Machado

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

ANTONIO MACHADO EVOCA A PABLO IGLESIAS

El poeta Antonio Machado publicó con asiduidad en el periódico barcelonés La Vanguardia durante su estancia en Barcelona. Sus artículos se agrupan bajo el epígrafe "Desde el mirador de la guerra" y han sido reeditados recientemente con motivo de la incorporación de la ciudad catalana a la Red de ciudades machadianas.

Este no es, por tanto, un artículo poco conocido, pero, al coincidir con el 97 aniversario de la muerte del histórico dirigente socialista Pablo Iglesias, es una buena ocasión para recordarlo.

Machado hace un evocador recuerdo del socialista. Tan evocador como hermoso.

Pablo Iglesias en un mitin en 1910. Archivo ABC.


Homenaje a Pablo Iglesias en su aniversario. Extraida de internet.


Desde el mirador de la guerra

Lo que recuerdo yo de Pablo Iglesias

por ANTONIO MACHADO

Los que somos ya viejos y empezamos a vivir muy pronto evocamos hoy, como uno de los más decisivos recuerdos de nuestra infancia, la figura del compañero Iglesias -así se le llamaba entonces-, de aquel joven obrero de palabra ardiente, de elocuencia cordial. Era yo un niño de 13 años; Pablo Iglesias, un hombre en la plenitud de la vida. Recuerdo haberle oído hablar entonces -hacia 1880- en Madrid, probablemente un domingo (¿un Primero de Mayo?), acaso en los jardines del Buen Retiro. No respondo de la exactitud de estos datos, tal vez mal retenidos en la memoria. La memoria es infiel: no sólo borra y confunde, sino que, a veces, inventa, para desorientarnos. De lo único que puedo responder es de la emoción que en mi alma iban despertando las palabras encendidas de Pablo Iglesias. Al escucharle, hacía yo la única honda reflexión que sobre la oratoria puede hacer un niño: "Parece que es verdad lo que ese hombre dice". La voz de Pablo Iglesias tenía para mí el timbre inconfundible -e indefinible- de la verdad humana. Porque antes de Pablo Iglesias habían hablado otros oradores, tal vez más cultos, tal vez más enterados o de elocuencia más hábil, de los cuales sólo recuerdo que no hicieron en mí la menor impresión. Debo advertir que, aunque nacido y educado entre universitarios, nada habla en mi educación -digámoslo en loor de ella- que me inclinara a pensar que la palabra de un cajista había de ser necesariamente menos interesante que la autorizada por la sabiduría oficial. Quiero decir que no había en mí el menor asombro ante el hecho de que un tipógrafo hablase bien. La palabra es un don -pensaba yo entonces- que reparte Dios algo a capricho, y que no siempre coincide con el reparto de diplomas académicos que hacen los hombres. Para un niño, esto es una verdad muy clara. El tiempo se encarga de enturbiárnosla con múltiples reservas.

Lo cierto es que las palabras de Iglesias tenían para mí una autoridad, que el orador había conquistado con el fuego que en ellas ponía, y que implicaban una revelación muy profunda para el alma de un niño. De todo el discurso, en que sonaba muchas veces el nombre de Marx y el de algunos otros pensadores no menos ilustres, que no podía yo entonces valorar -hoy acaso tampoco-, sacaba yo esta ingenua conclusión infantil: «El mundo en que vivo está mucho peor de lo que yo creía. Mi propia existencia de señorito pobre reposa, al fin, sobre una injusticia. ¡Cuántas existencias más pobres que la mía hay en el mundo, que ni siquiera pueden aspirar, como yo aspiro, a entreabrir algún día, por la propia mano, las puertas de la cultura, de la gloria, de la riqueza misma! Todo mi caudal, ciertamente, está en mi fantasía, mas no por ello deja de ser un privilegio que se debe a la suerte que al mérito propio.

Mucho he pensado, durante mi vida, sobre esta primera meditación infantil, que debí a las palabras del compañero Iglesias.

Hace muy poco tiempo, un año antes de estallar la rebelión militar, Ilya Ehrenburg, nuestro fraterno amigo, me recitaba en Madrid las coplas de Don Jorge Manrique, que él había traducido al ruso y que yo sabía de memoria en castellano. Muy bien sonaban en la lengua de Tolstoi, y en labios de Ehrenburg, aquello de

nuestras vidas son los ríos

que van a dar en la mar,

que es el morir;


Y aquello otro de


allí los ríos caudales,

allí los otros medianos

y más chicos,

allegados, son iguales:

los que viven por sus manos

y los ricos.

Y una reflexión escéptica de muy honda raíz en mi alma, porque arrancaba de otra reflexión infantil , acudía a mi mente. Si los ricos y los que vivimos por nuestras manos -o por nuestras cabezas- somos iguales, allegados a la mar del morir, y el viaje es tan corto, acaso no vale la pena de pelear en el camino. Pero la voz de Ehrenburg me evocaba, también por su vehemencia, las palabras que Pablo Iglesias fulminaba contra las desigualdades del camino, sin mencionar siquiera su brevedad. Y aquella reflexión mía no llegó a formularse en la lengua francesa, que Ehrenburg y yo utilizábamos para entendernos. Porque, decididamente, el compañero Iglesias tenía razón, y el propio Manrique se la hubiera dado. La brevedad del camino en nada amengua el radio infinito de una injusticia, allí donde ésta aparece, nuestro deber es combatirla.

Hace ya algunos años que la voz de Pablo Iglesias ha enmudecido para siempre. Yo la oí por segunda y última vez la tarde en que pedíamos amnistía para los ilustres encarcelados de Cartagena. Llegados al monumento a Castelar, donde la manifestación debía disolverse, encaramado en el alto pedestal vimos aparecer a Pablo Iglesias, que nos dirigía la palabra. Las multitudes aplaudíamos. La voz del orador, algo parda y enronquecida, con aliento difícil de fuelle viejo, era todavía -para mí, al menos- la voz del compañero Iglesias, porque en ella aun vibraba aquel su acento inconfundible de humanidad auténtica.

Yo no sé si la voz de Pablo Iglesias se conserva fonográficamente. De todos modos, no seré quien lamente la ausencia de ese disco. Al fonógrafo, tan exacto para registrar lo cuantitativo, las relaciones de más y de menos en la voz humana, escapa siempre lo cualitativo, ce rien qui est tout, el timbre que distingue a unas voces de otras. Es la tragedia de la máquina, tan útil, tan necesaria: a ella se escapa lo vivo casi siempre; lo espiritual, nunca lo reproduce.

En cuanto a la voz de Pablo Iglesias, del compañero Iglesias, o, si queréis, del abuelo, yo prefiero escucharla en mi recuerdo o, mejor todavía, en labios de otros hombres no menos auténticos, no menos verdaderos, que aun nos hablan al corazón y a la inteligencia.

ANTONIO MACHADO

jueves, 10 de noviembre de 2022

PASIONARIA VISTA POR ANTONIO MACHADO

El periodo de la guerra de España (1936-1939) es la etapa de mayor compromiso político del poeta Antonio Machado.

Lejos quedan los alegres días en los que izó la bandera tricolor en el ayuntamiento de Segovia. La terrible guerra y sus derivadas hacen que Machado se implique en la defensa de la República.

Para ello escribe y colabora con distintas publicaciones.

Refrescamos la memoria del poeta con un artículo que firma en el periódico Frente Rojo, órgano de información del Partido Comunista, sobre la escultura que Victorio Macho hace de la dirigente comunista.

https://www.youtube.com/watch?v=fZEQK-XM-uU



El escultor Victorio Macho trabaja con Pasionaria. 1937.



Pasionaria, de Victorio Macho, 1937.

 


FRENTE ROJO, Valencia, 22 de septiembre de 1937


El Bronce de "Pasionaria" visto por Antonio Machado

"Es "Pasionaria", en ese bronce, por obra del genial Victorio Macho, lo que es ella misma en su vida ejemplar: una lección españolísima de dignidad y fuerza".

Con motivo de la Exposición del busto de "Pasionaria", esculpida por el primer escultor contemporáneo, Victorio Macho, nuestro gran poeta Antonio Machado ha escrito las siguientes cuartillas:

Entre las muchas pruebas de actividad fecunda que viene dando este organismo -la Casa de Cultura-, se nos ofrece hoy la exposición de la obra escultórica de nuestro gran Victorio Macho. Obra de circunstancias es ésta y, digámoslo en justo y supremo elogio de ellas, obra a la altura de las circunstancias. Todos sabemos que las circunstancias actuales son aquellas poco frecuentes en que un pueblo, un gran pueblo, tiene su vida puesta al tablero, lucha por su propia existencia, mantiene con firmeza y heroismo nunca igualados su derecho a continuar en la historia. Y en estos momentos, ¿qué cosa mejor puede hacer un artista que dejarnos en bronce, para siempre, la figura de "Pasionaria"? Perdonad que no añada muchos adjetivos, por respeto a la emoción casi religiosa que el solo nombre de "Pasionaria" ha de despertar necesariamente en nuestros corazones. ¿No es ella España, nuestra España en el trance actual: un éxtasis de suprema honradez y de supremo orgullo? Una emoción sagrada, en efecto, parece haber guiado las manos plasmadoras de Victorio Macho, para sacar del limo de la tierra esa figura santa de mujer, que hoy admiramos en el bronce, los brazos ceñidos al cuerpo y los puños cerrados en una tensión que no es precisamente de combate, sino de firme alerta, el pecho adelantado, la cabeza erguida y los ojos inmortales, ojos de estatua que no miran y enseñan a mirar, severamente enfocados hacia el porvenir. Es "Pasionaria" en ese bronce, por obra del genial Victorio Macho lo que es ella misma en su vida ejemplar: una lección españolísima de dignidad y fuerza, sin sombra de jactancia. Nada hay en ella -miradlo bien-, ni en su vestido ni en su gesto, que no nos revele la humilde obrera que ganó su pan con el esfuerzo de sus brazos: nada hay en ella, sin embrago -reparadlo también- que no imponga respeto, que no acuse la voluntad insondable, capaz de todas las hazañas y de todos los sacrificios. "España soy -nos dice "Pasionaria" en ese bronce, vuestra pobre España, traicionada, vendida, ultrajada, a solas con su destino, invadida y cercada por enemigos tan viles como poderosos, pero firme y serena, en paz con su conciencia. España soy -nos dice "Pasionaria" en ese bronce- alerta, vigilante, atenta sólo al porvenir de mis hijos. Podrán matarme: no me podrán quitar la razón de vivir.

Mi más cordial enhorabuena al autor de una gran escultura, digna de un gran modelo. Mi más sincera y respetuosa felicitación al Gobierno de nuestra gloriosa República, que tan poco tiempo ha tenido que esperar para ver cómo se van logrando los frutos de sus más valiosas iniciativas.

Antonio Machado

 

miércoles, 12 de octubre de 2022

EL MAKING OF DE WALTER REUTER

Las imágenes se conservan en el Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca) y Biblioteca Nacional.


Un raro caso del trabajo del reportero gráfico que se ve reconocido desde el periódico donde publica. Sucedió durante la defensa de Madrid, en los primeros días de un noviembre de combates. Los protagonistas son el periódico Juventud. Diario de la juventud en armas, ligado a las Juventudes Socialistas Unificadas y el fotógrafo Walter Reuter.

El fotógrafo alemán formaba parte un de un grupo de fotógrafos que publicaban bajo el genérico Foto Juventud. En los días del ataque golpista a la capital Walter recorre el frente y es testigo directo de los combates. Su cobertura gráfica es correspondida por el periódico y el mismo día 7 de noviembre aparece la siguiente reseña en la página 2:


Juventud, 7 de noviembre de 1936, página completa y detalle. CDMH.

"Ayer por la mañana un pequeño destacamento fascista logró infiltrarse en el pueblo de Carabanchel Alto. Desde allí intentaron -apoyados por fuego de ametralladora y mortero- extenderse hasta nuestras posiciones del sector de Getafe.

Este grupo de milicianos hace fuego intenso sobre ellos, para impedir que logren sus propósitos. Dotados de un espíritu de combate ejemplar y de la serenidad que todos debemos tener en estos momentos decisivos, disparan certeramente contra el enemigo.

Las granadas de mortero estallan -constantes y próximas- tras ellos, pero nadie vuelve la cabeza. Solamente cuando Walter se echa su máquina a la cara alguno deja de tirar, porque "quiere salir en JUVENTUD retratado". Uno de ellos -como puede observarse- se pone de pie para disparar. Las balas silban, incesantes y nutridas, junto a su cabeza, pero él dice que así hace mejor la puntería y hay que dejarle por imposible. Así -serenos y audaces- contuvieron estos milicianos la maniobra enemiga. En la guerra, diez valientes valen más que mil cobardes. En este grupo de la fotografía los hombres son valientes. Y lo son con naturalidad, permitiéndose el lujo de "posar" en pleno fuego. Es así -con esta moral- como se debe combatir y como se vence. Con el espíritu de estos hombres, la victoria estará con nosotros. Si no, no la mereceremos".

(Foto Walter.)

En copia de época la fotografía publicada:

 

BNE. Foto Walter Reuter, 7 de noviembre de 1936.

Días después el reconocimiento del periódico no viene ligado a la inmediatez de los acontecimientos, sino que da cabida al análisis fotográfico, señalando la forma en que se tomó la instantánea. No se cita al autor dando el mérito a los fotógrafos de Juventud.

Juventud, 30 noviembre de 1936. Portada y detalle. CDMH.

Y la fotografía, en copia de época, que se conserva manuscrita por el propio fotógrafo.


Casa de labor, Casa de campo, noviembre de 1936. Foto Walter. BNE.