sábado, 21 de junio de 2014

PEÑALARA, CIMA DEL GUADARRAMA


Fotografía ofrecida por Rodrigo Peñalosa. Archivo familia Peñalosa.


Peñalara es, con sus 2.428 metros, el techo del Guadarrama. Delimita dos provincias, dos comunidades, dos mesetas, dos vertientes.

Su silueta es la referencia en la línea de cumbres de la sierra y conserva las huellas de su pasado de glaciar alpino. A sus pies se disponen varias lagunas, canchales y praderas de montaña.

El despertar de la ciencia durante el siglo XIX hizo que la sierra se convirtiera en el escenario de trabajos de campo e investigaciones y comenzó a ser frecuentada por geólogos, botánicos, naturalistas, ingenieros… Alcanzar el Peñalara suponía realizar una verdadera expedición, y en no pocas ocasiones se debía contar con la ayuda de guías locales, habitualmente pastores, y dormir en abrigos improvisados. Se trazaron mapas y se abrieron rutas; se estudió su geología, vegetación y fauna. Y, sobre todo, se dio a conocer. Primero en pequeños círculos científicos y luego al más amplio de educadores.

La cumbre del Peñalara, poco a poco, comenzó a recibir la visita de un creciente número de excursionistas, deseosos de contemplar las espectaculares vistas de las mesetas castellanas que se divisan desde esta montaña del Guadarrama.

En el caso que mostramos el gran científico e ingeniero de Montes del Real Patrimonio, Joaquín Mª de Castellarnau ejerció de guía, lo que nos permite aventurar que la expedición recorrió la vertiente segoviana de la sierra.

Su condición de símbolo se consolidó en 1930, al ser declarada Sitio Natural de Interés Nacional.

Hoy forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Expedicionarios en los alrededores de Peñalara. 7 de marzo de 1890. Archivo famila Peñalosa.



Reverso de la fotografía con dedicatoria. 7 de marzo de 1890. Archivo familia Peñalosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario