domingo, 20 de abril de 2014

MISCELÁNEA, 5. DIEGO ÁLVAREZ, SOBRESTANTE DEL PATRIMONIO

Fotografía ofrecida por María Teresa Álvarez García.



Diego Álvarez y obreros en los nuevos forjados del Palacio. Fotografía de María Teresa Álvarez.


Recuperamos esta fotografía de Tiempo de Recuerdos (1995) para presentar a D. Diego Álvarez, sobrestante del Real Patrimonio.

Según el Diccionario de la Lengua, sobrestante significa "hombre que gobierna y vigila a cierto número de trabajadores" y también "que está muy cerca o encima". Y efectivamente, estas eran dos características del trabajo de Diego Álvarez.

En su primera acepción Diego Álvarez era responsable de un numeroso grupo de trabajadores de todos los gremios: 29 personas para las obras de La Granja, 11 fontaneros, 4 pizarreros, 3 personas para las obras de Riofrío, 8 para el mantenimiento de caminos, 4 para las obras de La Pradera, 3 obreros para la limpieza de depósitos y estanques y dos carros de bueyes de apoyo a las obras. Y eso sin contar con los peones que se contrataban en obras extraordinarias que tenían un presupuesto aparte. Contaba con un presupuesto de 32.000 pesetas para la compra de materiales.

Y la verdad es que trabajo no le faltaba. Estaba "encima" de todas las obras que se efectuaban al recaer en el Patrimonio la responsabilidad del mantenimiento de los edificios emblemáticos de La Granja, aunque estuvieran arrendados (como la Real Fábrica de Cristales o la Real Fábrica de Aserrío Mecánico de La Pradera). La lista de edificios es enorme; a la que había que sumar los casetones de La Pradera, el mantenimiento de los caminos y la red de distribución de agua del pueblo y Riofrío.

Aquí le vemos "encima" de los nuevos forjados del Palacio en su reconstrucción tras el incendio de 1918. Corresponde a una fotografía tomada alrededor de junio de 1928, antes de la visita del arquitecto patrimonial, en la que aparece sentado a la izquierda con un grupo de obreros que trabajaban en los forjados.

Por desarrollar su trabajo Diego Álvarez cobraba un sueldo de 2.250 pesetas, que completaba con una ayuda para la casa de 480 pesetas, otra de 405 pesetas para la compra de combustible; 300 para frutas y hortalizas y 75 para el médico y productos de botica. En 1930 residía en la Plaza de los Dolores, 1.

2 comentarios:

  1. Hola. Te escribo de parte de María Teresa Álvarez García, nieta de Diego Álvarez, sobrestante del Patrimonio. Te felicito por el blog. del que me hago seguidor, y agradezco los datos ofrecidos sobre el trabajo del abuelo todos muy correctos y elogiosos de su profesionalidad. Enhorabuena y adelante. Manuel

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