Las fotografías y documentos que se incluyen en esta entrada
pertenecen a los archivos privados de Enriqueta Castellanos y Luis Ferrari. Su
difusión tiene carácter cultural y educativo.
La amistad entre Pablo de A. Cobos y los hermanos Ferrari,
Mariano y Luis, se remonta a sus tiempos de estudiantes de la Normal. Ellos,
pertenecientes a una familia conocida y respetada en Segovia y Pablo, recién
llegado de una aldea segoviana. Mariano y Pablo, presidente y vicepresidente de
la Asociación de Normalistas, con la que promovieron algaradas estudiantiles
para evitar la desaparición de la Normal.
El maestro Luis Ferrari (1898-1986) gran amigo de Pablo de
A. Cobos. Colección particular Luis Ferrari.
Años más tarde frecuentaron la tertulia del café de la Unión
de la mano de Blas Zambrano y consolidaron una amistad de largo recorrido. Y ya
en 1928, cuando Luis Ferrari recibió la plaza de maestro en el pequeño pueblo
segoviano de Olombrada, Pablo añadió el subtítulo Cartas a Luis a su libro El
maestro, la escuela y la aldea. El libro enumera una serie de consejos, en
forma epistolar, sobre el mundo rural segoviano para que un joven maestro
urbano pueda desarrollar su magisterio.
Sin duda Luis se implicó en la vida local, ayudando a los
obreros a redactar las instancias y solicitudes y promovió la lectura entre
adultos.
El maestro Luis Ferrari con los niños de la escuela de
Olombrada, 1934. Colección Luis Ferrari.
En 1935, avanzada la II República, Pablo de A. Cobos publicó
Estampas de aldea, libro de lecturas
escolares para niños con un aroma claramente renovador y un gran calidad
literaria. Muy poco tardó Cobos en enviarle un ejemplar a su amigo Luis, que en
carta de 26 de abril le contesta:
"Querido Cobos: He tenido la escuela clausurada por epidemia y cuando regresé a ésta a primeros del corriente me encontré con la grata sorpresa de tu libro. En los pocos días que quedaban para las vacaciones de Primavera hice varias lecturas ante toda la clase y, efectivamente, cuando este verano me decías que tenías la seguridad de que había de gustar a los chicos, no te engañabas. Todos tenían algo que decir para confirmar un detalle o para marcar la diferencia local, y hasta el capítulo de las Vacas -que yo creía que no les llegaría tanto por no haber en este terreno y que por eso fue lo último que les leí- no solo los interesó sino que les transmitiste el entusiasmo por tu Garbosa. En fin, chico, que están deseando que lleguen los ejemplares que les he prometido para dedicarse a su lectura por su cuenta.
Cordialmente te felicito por lo bien hecho que
literariamente está tu libro y por el aire de originalidad y vida que con él
penetra en las escuelas de nuestra lengua.
Mándame 10 ejemplares y uno de cada uno de los libros de
Bayón y Hernán(z), y las 30 pts que importa todo (deducido el 25%) te las
enviaré cuando cobre.
Saludos en tu casa y un abrazo muy fuerte de tu fraternal
amigo,
Luis. Olombrada, 26-IV-1935
No te he escrito estas vacaciones porque tenía pensado haber
hecho una escapada a ira(sic) y luego, al fin, no lo he hecho."
Portada de Estampas de aldea, Pablo de A. Cobos, 1935.
También sabemos que los diez ejemplares de Estampas de aldea llegaron a la escuela
de Olombrada y que los niños pudieron leer los cuentos durante el siguiente
curso. El 12 de junio Luis giró 39 pesetas a Pablo por los ejemplares, según
refleja el libro de contabilidad.
Sin saberlo, maestros y libro, estaban apurando su vida
profesional. El 18 de julio del año siguiente se produce el golpe de estado
contra la República. Ambos maestros fueron represaliados y separados del
magisterio. El libro Estampas de aldea
fue incluido en la lista de obras prohibidas y expurgado de las bibliotecas y
escuelas.
El maestro Luis Roberto Ferrari llegó a Olombrada en abril de 1929 e intentó participar en la vida social, aceptando el cargo de concejal, aunque renunció a los dos meses. Cuando tras un año de interino fue nombrado maestro de Olombrada, tenía a su cargo 96 niños (las niñas eran 94), en una situación tan insostenible que se vieron obligados a dividir la asistencia a la escuela en turnos de mañana y tarde, reservando la mañana para los mayores y la tarde para los más pequeños. Dejó buena fama en el pueblo e incluso hubo un intento de defensa, por parte del alcalde y de los vecinos consultados cuando fue apartado provisionalmente de la enseñanza el 14 de agosto de 1936. Manifestaron que Ferrari era un hombre competente y trabajador, aunque sin negar que era anticlerical y simpatizante de Frente Popular.
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