Fotografía ofrecida por Pedro Álvarez
El alcalde Pedro Gómez en el Salón de Plenos. Col. Particular.
Iniciamos lo que será una galería de alcaldes del Real Sitio de San Ildefonso con magnífico y solemne retrato de D. Pedro Gómez, regidor de La Granja durante el periodo del 1 de octubre de 1923 al 18 de febrero de 1930. Realizado en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial por un fotógrafo desconocido. Cabe recordar que este periodo fue uno de los más difíciles del municipio, tras la crisis provocada por el incendio del Real Palacio.
Durante el grueso del periodo la Corporación Municipal estaba compuesta por:
Pedro Gómez Pablos, industrial. Reina, 12.
Francisco de Antonio Simón. Plaza de los Dolores, 8.
Nicomedes García Martín. Pradera.
Juan Gómez Ortega. Felipe V.
Julián Fernández Ventura. Casa de la Mata.
Timoteo Valdenebro Matesanz. Plaza Isabel de Farnesio.
Francisco Madrid Fernández. Plaza del Gallo.
León Hernánz Tejedor. Pozo de la Nieve.
Mateo Sanz Maroto. Postas, 2.
Mariano Vázquez Araujo. Valsaín.
Mariano Presas Fernández. Plaza de Palacio.
Detalle. Pedro Gómez Pablos. Col. Particular.
Su mandato viene resumido en la memoria de actuación presentada en el Pleno municipal del 18 de febrero de 1930, que dice así:
“ESTA CORPORACIÓN MUNICIPAL HA DE SER SUSTITUIDA, EN NO LEJANO PLAZO, POR MANDATO DE LOS ALTOS PODERES. ANTES, ES DEBER INELUDIBLE Y CORTÉS DAR EL ADIÓS DE DESPEDIDA; PERO JUSTO ES INVENTARIAR NUESTRAS GESTIONES PARA EVITAR SUSPICACIAS QUE NAZCAN DE LA IGNORANCIA QUE , POR CONDICIÓN O INTENCIÓN SE MANIFIESTEN, SI LA CONCIENCIA JUZGA , AÚN DETERMINANDO ERRORES, EN TODO MOMENTO SABRÁ DISCULPARNOS, POR LOS SANOS ANHELOS QUE EN NUESTRA EMPRESA PUSIMOS; SI POR EL CONTRARIO LA NESCIENCIA PRETENDE CALIFICAR, ANTES Y ANTE SU INCAPACIDAD, DEBE DOCUMENTARSE DONDE PROCEDE, EVITANDO PREJUICIOS Y ACOMETIVIDADES, CON LOS CUALES LA HONRADEZ IMPECABLE DE LOS ACTOS SEA MENOSPRECIADA.
MEMORIA
Gestiones hechas por el presente Ayuntamiento durante su permanencia, desde el 1º de octubre de 1923, hasta le fecha.
- Interceder por abrir las escuelas de niños de los barrios de Valsaín y Pradera, las cuales estuvieron cerradas más de un año, impidiendo la cultura de los niños.
- Reparación de las fuentes existentes en los mismos barrios, donde el vecindario, a causa del deplorable estado de aquellas, se veía obligado a suministrarse de agua del río.
- Plantación de árboles en dichos puntos.
- Instalación de luz eléctrica tan necesaria en los tiempos modernos, e insistentemente solicitada con varios años de antelación, por la representación de ambos anejos.
SAN ILDEFONSO
- Plantación de arboleda en las calles y plazas.
- Destrucción de los cajones instalados en
- Revoco de la fachada del Ayuntamiento; afianzamiento del balcón corrido, e instalación de escalera nueva.
- Construcción de un kiosco en la plaza de los Dolores, donde se celebran conciertos durante la estación de verano.
- Gestión para obtener el favor de ser declarado Monumento Nacional el Real Palacio, consiguiéndolo después de incesantes esfuerzos.
- Solicitar de los Altos Poderes la reconstrucción del Real Palacio y concesión de créditos para las obras, hoy en pleno periodo, donde se invierten buen número de obreros.
- Construcción de la carretera del cementerio, haciéndole accesible con cualquier clase de vehículo, y plantación de árboles en la misma.
- Compra del coche fúnebre para conducción de cadáveres al cementerio, desterrando costumbres antiguas, y con el cual se hace una recaudación no despreciable.
- Adquisición de sillas para colocarlas en espectáculos, consiguiendo remuneraciones relativamente cuantiosas.
- Arreglo de varias calles de la población, y plaza de
- Compra de una casa, en la cual se han habilitado dos viviendas para los maestros,
pudiendo ampliarse a otras dos, en cuyo caso, el Municipio obtiene una economía de 250 ptas. anuales, por cada uno, y adquisición del terreno para la construcción de escuelas, y una casa a los Sres. Morato, para ampliación de las mismas.
- Careciendo de fondos para constituir las cantidades precisas, entre ellas, el 20% de su tasación, aportando para la edificación de escuelas, hubo necesidad de concertar un empréstito con el Banco Local de Crédito, del cual se lleva amortizado una buena cantidad.
- Servicio de incendios: Indispensable es poseer elementos que puedan extinguir incendios; pero cuando la situación económica no lo permite, como sucede a este Ayuntamiento, es preciso recurrir a la cooperación particular.
- Traslado del Batallón de Cazadores de Fuerteventura nº
- Súplica a S.M. el Rey para obtener su mediación Real, por la cual
- Favor Real por el que se restauró la torre del convento, derruida hace unos veinte años.
- Funcionamiento de la “Biblioteca Circulante” implantada en el año 1925, con fondos de este Ayuntamiento. Consta de unos 800 volúmenes, unos recreativos y otros de Industrias, Ciencias y Artes; todos ellos morales e instructivos.
- Así mismo se han conseguido máquinas de coser y escribir, para los grupos escolares de niñas y niños.
- Compra por cuenta de esta Corporación, de camas, sillas, mesa de operaciones, vitrinas, e instrumental necesario para un hospital honesto, lo cual se halla instalado.
- Reparación del Hospital, a cuenta del donativo hecho por Doña Josefa Fernández (q.e.p.d.) y para cuya adjudicación, tuvo que librarse una verdadera campaña de molestia y constancia.
Y por último se han socorrido, dentro de las posibilidades, a cuantos pobres y enfermos han necesitado remedio para sus desgracias.
- No ha de omitirse la propaganda hecha con folletos y prensa, para fomentar el turismo y colonia veraniega, así como el interés, por conseguir la prolongación del tranvía de Cercedilla a Segovia, pasando por San Ildefonso, cuyos estudios están hechos, existiendo un proyecto aprobado, cuyos gastos han sido satisfechos proporcionalmente, por cada población.
- Citar más sería prolijo; quédese todo en favor de cuanto se hizo, que sin necesidad de relatarlo está viviente y pregonará, en momentos oportunos, a sus creadores.
- Todo lo expuesto no es obra, precisamente, ejecutada por esta entidad municipal, si bien la iniciativa pudo desenvolverse en su seno y para todo se necesita protección, y ésta se encontró en la personalidad del Excmo. Sr. Presidente de la Diputación , D. Segundo Gila, quien encarnó con papel de padre, ayudándonos, esforzadamente, a conseguir la reedificación de los Reales Palacios, y construcción de escuelas. A este Excmo. Sr. se le debe gratitud imperecedera, y esta Corporación así lo hace constar en honor a los sacrificios que se impuso, tan preclaro hombre por atender nuestras aspiraciones.
- No menos relieve tuvo en estas funciones el Ilmo. Sr. Abad, Don Tomás Herrero, personalidad prestigiosa, infatigable y compenetrada, como buen padre de almas, con este pueblo. Esta dignidad puso su gran tesón e influencia a nuestro lado, y a quien se debe la restauración de
- No hemos de olvidar la personalidad del Excmo. Sr. Intendente General de
- Honor también a los empleados de este Ayuntamiento, quienes pusieron celo y actividad en sus cargos.
- Y por fin, nosotros, humildes personas, sin ideas ni ambiciones políticas, adscritos a un ideal “el engrandecimiento de España”, hombres sencillos, formados todos en el rudo campo del trabajo, virtualizados con el don de la honradez, curtidos por el vigor de los tiempos, y aleccionados por la experiencia de la vida, sin entrenamiento en lides municipales, no hicimos más que nadie; pero sostuvimos sañudamente, la representación, siendo colosos del deber impuesto. Si en el proceloso ajetreo sufrimos errores, no delinque quien es noble y en todo momento rectifica. Aquí estamos, que con mayor o menor expresión damos fe de nuestra actuación, descubriendo la limpidez de nuestras conciencias, que son las que todos los actos de la vida han de regir. Las fulgurencias del discurso, fueron suplidas por hechos constituidos y latentes que vivifican autenticidad, y quiera Dios, que sin partidismo y con opiniones doctrinales administradas por la verdad, nuestra sucesión se solidifique en un sólo ser, que desentrañe con mejor acierto, los vericuetos y escabrosidades que esto encierra, aprendiendo a sobrellevar resignadamente el peso de las amarguras que en sus reconditeces tiene.
San Ildefonso, febrero de 1930.
El Alcalde,
Pedro Gómez (firmado).”
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