martes, 12 de agosto de 2014

LAS HISTORIAS CON MINÚSCULAS DE CRÓNICAS GABARRERAS


UN REY INAUGURA UN CAMINO

La Correspondencia de España es un periódico que se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional de España. La difusión de este artículo es de carácter cultural y divulgativo.
Agradecemos la colaboración del Centro de Montes de Valsaín y de Pedro Heras.

Los años que transcurren entre 1880 y 1888 suponen una auténtica transformación de Valsaín. Se podría denominar a este periodo como la "década prodigiosa" y su resultado es el alumbramiento de un nuevo núcleo de población, La Pradera, que incluso supera a Valsaín en población y en número de edificaciones.


Panorámica de La Pradera de Navalhorno y Valsaín. Macario García, 1880-1885. Col. Pedro Heras.

Este cambio drástico fue posible gracias a la apuesta que realizó la Corona para iniciar la explotación moderna del pinar. Consciente de su potencial económico la Corona confió al Inspector de Montes, Roque León del Rivero, el desarrollo y planificación del proyecto.


Vista panorámica del Real Taller de Aserrío. Pradera de Navalhorno, hacia 1885. Centro de Montes de Valsaín. Org. Aut. Parques Nacionales.

La urbanización y construcción del nuevo poblado maderero de La Pradera, la puesta en marcha del Real Taller de Aserrío Mecánico y sus edificios auxiliares, el depósito de agua y el trazado y desarrollo de las pistas forestales de la Cruz de la Gallega o la Cueva del Monje son algunos de los acontecimientos que se produjeron en estos años. Asociados a este periodo se encuentran figuras de renombre, como el mencionado Roque León del Rivero, Joaquín Mª de Castellarnau y Rafael Breñosa.


Detalle vista panorámica. Valsaín. Macario García, hacia 1880-1885. Col. particular Pedro Heras.

Nos detenemos en la inauguración de la pista forestal de la Cruz de la Gallega (1882), verdadera referencia en el imaginario gabarrero de Valsaín y La Pradera. Y vemos como un humilde camino es inaugurado por un rey:

"Nos dicen de la Granja: San Ildefonso, 23.

Esta tarde, como anuncié en otra carta, se ha verificado la inauguración del camino forestal de la Cruz de la Gallega, sin que por falta de tiempo haya podido efectuarse la del depósito de agua de la Pradera.

El camino forestal comienza cerca del pueblo de Valsaín y se dirige al pinar del mismo nombre por la Cruz de la Gallega, terminando hoy en la pradera de los Leonardos, así llamada porque cuando pasaba el camino de Madrid por dicho punto (1794) allí establecían la desuelta de sus ganados los vecinos de San Leonardo (Soria), que se dedicaba a surtir de maderas a la capital de España.

A las seis y cuarto de la tarde llegaron SS.MM. y AA. al punto encima del pueblo de Valsaín, donde empieza el camino forestal.

En un precioso milord iban sus majestades la reina y el rey, y en una (ilegible) guiada por S.A. la infanta Isabel vimos a SS.AA. las infantas doña Paz y doña Eulalia, a los ministros de Fomento y de Hacienda y al mayordomo de semana, Sr. Ulibarri.

Allí les esperaban el administrador patrimonial, conde de Villanueva, y el inspector de montes, director del camino, Sr. Rivero.

Recorrido por las reales personas los 4700 metros que tiene de longitud, no pudieron menos de manifestar al ingeniero las preciosas vistas que desde la Cruz de la Gallega se observan; vistas completamente nuevas para las personas que visitan este delicioso sitio real, que sólo están acostumbradas a admirar el valle de Valsaín, no el del Aceveda, que tiene, si cabe, mayores encantos.

El inaugurado camino recorre una gran estensión del pinar, y favorecerá muchísimo su esplotación, puesto que para eso ha sido estudiado y construido por los ingenieros de montes de la real casa.

Las reales personas manifestaron más de una vez su complacencia, por la construcción de tan hermoso camino al director de las obras.

La noche sorprendió a los espedicionarios en medio del pinar, por lo cual no fue posible que las reales personas pudieran presenciar la inauguración del depósito de aguas de La Pradera.

Este consiste en un gran estanque que puede contener 800 metros cúbicos de aguas destinado no solo a surtir de abundante riego al arbolado que guarnece las ocho calles de la nueva colonia maderera allí edificada a espensas del real patrimonio, en lugar de la antigua, infecta, mal sana y pantanosa que existía, sino a responder a la exigencia de cualquier fuego que allí ocurrir pudiera, y que sería difícil poder combatir sin la existencia del depósito de agua, perfectamente situado al efecto.

No terminaremos estos apuntes sin espresar que este año se ven mejoras notables en este real sitio, respecto del ornato indispensable de todos los paseos y del arbolado, a cuyo cultivo dedican sus inteligentes afanes los encargados de su fomento en este real sitio.
Felicitamos al ingeniero jefe de montes Sr. Rivero, al cuerpo facultativo del ramo y al patrimonio, por una reforma tan necesaria y conveniente. M"

La Correspondencia de España, año XXXIII, nº 8.890, 25 de julio de 1882. Biblioteca Nacional.

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