EL PROTAGONISTA DE
NUESTRA HISTORIA: EL LIBRO
Los documentos incluidos
en esta entrada provienen del archivo personal de Soledad de Andrés, Hemeroteca
Digital de ABC y archivo Arqueología de Imágenes. La dirección educativa del
proyecto "Estampas de aldea" la desarrolla Ainhoa Zufriategui. Es
diplomada en Educación Primaria por la Escuela de Magisterio de Segovia.
En este Día del Libro
presentamos al protagonista de nuestra historia: Estampas de aldea, escrito por
el maestro segoviano Pablo de Andrés Cobos (La Cuesta, 1899- Madrid, 1973) y
publicado en 1935. Se cumplen, pues, ochenta años desde que viera la luz uno de
los mejores títulos de la literatura infantil del periodo republicano.
Se terminó de imprimir
el día 28 de febrero de 1935 en la imprenta Omnia, de Madrid. La edición tiene
la lógica particularidad de tener dos portadas. Una luce una ilustración de
Miguel Prieto a color y la segunda está entelada.
Portada ejemplar para el alumno
Los ejemplares entelados
eran para los alumnos. Por razón de su uso continuado la encuadernación debía
ser más práctica y sufrida. Además dispone de una cintita azul como marcador y
las guardas coloreadas. Se encuadernó en Madrid.
Portada ejemplar para el maestro
El ejemplar con la
ilustración a color original de Miguel Prieto se corresponde con el libro del maestro y
del que se encuadernó un número menor. El interior es igual para ambos
ejemplares.
El libro se vertebra a
partir de 36 relatos cortos englobados en cinco apartados: las vacas, los
chicos, las fiestas, los pastores y las tareas. Así se forma un verdadero
retablo vivencial de una aldea segoviana de principios del siglo XX. Las
referencias son explícitas a lugares como Turégano o Caballar, cercanos al
pueblo natal de Cobos.
Indice de Estampas de aldea.
Relato Pastor, pero
pastor de veras.
Las ilustraciones, todas
firmadas y fechadas en 1934, corren a cargo de Miguel Prieto, reconocido
artista que coincidió con Cobos en la organización de las célebres Misiones
Pedagógicas. Durante la guerra civil destacó como cartelista y al finalizar la
contienda se exilió en Méjico, donde se convirtió en el padre del diseño
gráfico moderno.
Ilustración de Miguel Prieto incluido en el relato Tio Catite. (Las ilustraciones sirven
de base para la elaboración de las recompensas para los mecenas).
La crítica saludó la
aparición de Estampas de aldea con críticas elogiosas. Destacan,
principalmente, el estilo de Cobos y la forma de presentar el mundo rural de
forma objetiva y llena de valores.
"ESTAMPAS DE ALDEA
Este es el título de un
libro de modestas pretensiones recién aparecido. Su autor, Pablo de A. Cobos.
Pero si las pretensiones son modestas, el objetivo se ha conseguido plena y
bellamente. Hacer literatura para niños tiene esta extrema dificultad: tener
que sacarla de los mismos niños. A éstos no les interesa nuestra falsa
ingenuidad cuando se escriben "Cuentos para niños" y suelen resultar
ni para niños ni para adultos.
Estas "Estampas de
Aldea" están obtenidas de la misma retina de los chicos; son sus propios
paisajes, problema y figuras. El libro tiene una intención: servir de lectura
en la escuela, y para eso sirve bien por su limpia y atrayente prosa; pero no
se limitan a ello sus cualidades, sino que posee una muy agradable fragancia
literaria."
Rafael VÁZQUEZ ZAMORA.
De "Heraldo de Madrid", 28 de marzo 1935.
Crítica de Julián
Jiménez. Almería. En Revista Escuelas de España.
"Unos modernísimos
dibujos de Miguel Prieto, reveladores de vigorosa personalidad artística, y una
esmerada hechura editorial completan este atrayente libro, del que espero ha de
lograr, especialmente entre los profesionales de la enseñanza, el acogimiento y
la difusión que su excelsa calidad merece."
Fernando Norberto
Cerezo. En Revista Escuelas de España.
La vida de Estampas de
aldea fue efímera. Apenas un año después se produce el golpe de estado contra
la República. Y en las zonas controladas por las fuerzas franquistas se inició
una potente represión contra la cultura y todo aquello que representara los
valores republicannos.
Así, el Boletín Oficial
de la Provincia de Segovia publica el 5 de febrero de 1937 su primera lista de
libros cuyo uso en las escuelas se prohibió terminantemente. El libro Estampas
de aldea se incluyó en ella junto a 43 obras más. Entre los autores aparecen
Balzac, Pío Baroja, Blasco Ibáñez, Espronceda, Pérez Galdós o Valle-Inclán.
Todavía faltaban tres meses para que se iniciara la batalla de La Granja.
La prohibición se fue
extendiendo. Durante la batalla del Ebro, en septiembre de 1938, aparecía en la
edición sevillana del ABC la lista de libros a prohibir en las escuelas de la
provincia. Estampas de aldea está entre ellos.
Articulo ABC, edición Sevilla. 2 de septiembre de 1938. Página 10.
Esta persecución ha sido
tratada por Ana Martínez Rus, de la Universidad Complutense en un esclarecedor
trabajo "Expolios. Hogueras. Incendios. La represión del libro
(1936-1951)."
Os dejamos con el link
del artículo académico: PINCHA AQUI
Entre todos podemos dar un final feliz a esta historia. Hazte mecenas de Estampas de aldea.
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