Las fotografías de este reportaje se encuentran depositadas
en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) que autoriza su
reproducción con fines culturales y educativos.
Estaba el que suscribe degustando las ricas y generosas
raciones de un establecimiento hostelero del Paraíso con sus compadres cuando
surgió un interesante debate sobre cual sería la seña de identidad de nuestras
hermosas fiestas patronales. Que si los toros, que si las judías en la amplia y
normalmente infantil Pradera del Hospital...
Defensores y detractores de estas señas de identidad
esgrimían sus argumentos: 44 años de tradición de las legumbres locales en un
acto masivo y de confraternización, la animación y seguimiento de los festejos
taurinos, que si las coloridas peñas...
Pero, en el fondo, lo que de verdad representa a las fiestas
de San Luis, lo que realmente las define, son los espectaculares juegos de agua
de las hermosas fuentes que mandara construir el primer Borbón. Cuando las
fiestas patronales se redujeron a la mínima expresión, allá por el año 1931, primero
del segundo ciclo republicano, el programa de actividades festivas sólo contaba
con dos eventos: los juegos de agua de las fuentes y una tómbola benéfica
ubicada en el Medio Punto, con aportaciones de empresas, comercios y
particulares, cuya recaudación fue destinada a paliar la grave situación
económica del Ayuntamiento.
Ignoro si durante la guerra de 1936-1939 funcionaron las
fuentes, o si hubo algún motivo que las impidiera funcionar otro año. Hasta
llegar al año de los corrientes, cuando el Patrimonio Nacional anunció la
suspensión de los juegos por la falta de agua truncando una tradición festiva
de enorme recorrido. Un hecho histórico que ha pasado casi desapercibido para nuestros y que
desde este blog queremos reivindicar.
Para no quedarnos sin juegos de agua, aunque sea de forma virtual, presentamos este interesante reportaje del
fotógrafo Antonio Passaporte, operador de la casa Loty, en unas fiestas de San
Luis de la década de los años 20.
¡Viva San Luis con Fuentes!
La muchedumbre se dirige a la fuente de las Tres Gracias.
Antonio Passaporte (Loty), hacia 1925. IPCE.